Lo cagaron como de arriba de un poste, pero hizo juicio y ahora le tienen que pagar 767.756 pesos

Un vecino de Cipolletti ingresó a un plan de ahorro con la intención de comprar una camioneta Fiat Toro. Realizó un pago inicial a la concesionaria y después de saldar algunas cuotas licitó. Ganó esa licitación, pero lo cagaron como palo de arriba de un poste y nunca le entregaron el vehículo. Entonces hizo un juicio civil y lo ganó.

En la demanda consignó que la suscripción fue telefónica y los pagos se hicieron a través de sucesivos débitos en su cuenta bancaria. Hizo las tratativas con una firma de Buenos Aires y no le enviaron ni el contrato ni ninguna otra documentación. Cuando depositó el dinero requerido para licitar la Fiat Toro Freedom 2.0 tampoco recibió respuestas satisfactorias. 

Ni la firma que comercializaba el plan de ahorro ni la intermediaria le ofrecieron una solución y ello quedó reflejado en el fallo civil de primera instancia. 

Después hubo apelaciones, pero la sentencia fue confirmada. La empresa que administra los planes de ahorro fue condenada a devolverle todo el dinero que depositó más los intereses. Pero además le aplicaron una multa en concepto de daño punitivo por el destrato que recibió y por no cumplir con la ley de Defensa del Consumidor.

La multa es de 500 mil pesos y el dinero depositado -sin intereses- asciende a la suma de 267.755,59. Por ello, en principio, la condena es por 767.756 pesos. “La inconducta es grave, por negligente, por omisiva, por no haber dado adecuada respuesta en tiempo oportuno; y por haber obligado al actor a acudir a la instancia judicial no sólo para que se le reconozcan sus derechos vulnerados como consumidor; sino básicamente para recuperar su dinero”, dice del fallo civil.