La manifestación en apoyo a la educación universitaria abarrotó las calles de Neuquén, donde no solo se reunieron los estudiantes, sino también toda la ciudadanía clamando por la Universidad gratuita.

El gobierno liderado por Milei no solo recortó los fondos destinados a las universidades, sino que también afectó a todo el sistema educativo en su totalidad. Se observó a madres y padres acompañando a sus hijos en esta protesta, así como a abuelos y abuelas respaldándolos en su búsqueda de un futuro más próspero a través del estudio, no solo para ellos mismos, sino también para contribuir al progreso del país.

La importancia de la educación como vía para salir de la pobreza es una verdad innegable. En tiempos donde la economía se ve sacudida por diversas variables, la educación se erige como el pilar fundamental para impulsar el desarrollo social y económico. La inversión en la formación académica no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece la competitividad y el crecimiento de la nación en su conjunto.

Es imperativo comprender que la educación universitaria no debería ser un privilegio exclusivo de unos pocos, sino un derecho al alcance de todos. La gratuidad de la enseñanza superior es una demanda justa y necesaria para garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso equitativo al conocimiento. Solo a través de la educación podemos romper el ciclo de la pobreza y abrir las puertas hacia un futuro más próspero y prometedor para las generaciones venideras.

En este sentido, es fundamental que la sociedad en su conjunto respalde las iniciativas que promuevan la expansión y la mejora de la educación. Solo así podremos construir una sociedad más justa, inclusiva y desarrollada.

La educación es el camino hacia un futuro mejor, y es responsabilidad de todos velar por su acceso y calidad.