El Gobierno liderado por Javier Milei ha detenido abruptamente las labores en torno al reactor nuclear CAREM 25, desencadenando la dolorosa pérdida de empleo para 570 trabajadores vinculados a este proyecto.

Esta medida, anunciada sin considerar alternativas laborales para los afectados, ha sido recibida con consternación por Julio González, representante de la UOCRA Zarate, quien denuncia la falta de diálogo y preocupación por parte del gobierno ante esta situación.

La paralización de la construcción del reactor CAREM representa un golpe significativo al desarrollo nacional, marcando un punto crítico en la historia del avance nuclear argentino. Este proyecto, que empleaba a cientos de trabajadores de la construcción, ahora se encuentra en un estado de incertidumbre debido a la falta de compromiso gubernamental.

La situación ha llevado a Julio González a declarar un estado de paro y movilización permanente, convocando a una asamblea en el complejo nuclear para evaluar estrategias de acción frente a los despidos masivos. Además de los trabajadores de la construcción, los despidos afectan a diversos sectores como administración, gastronomía, seguridad, transporte e ingeniería, evidenciando el alcance devastador de esta decisión gubernamental.

El CAREM 25, concebido como un pequeño reactor modular, se erige como un hito en la industria nuclear argentina. Este reactor, de dimensiones compactas, destaca por su versatilidad al ser utilizado tanto para la generación de energía como para la producción de radioisótopos. Su diseño innovador, que permite una mayor eficiencia y un costo reducido, lo posiciona como un prototipo multipropósito con un potencial invaluable para diversos ámbitos de aplicación.

La detención de las obras del CAREM 25 no solo impacta negativamente en la fuerza laboral involucrada, sino que también amenaza con repercutir en toda la ciudadanía argentina. La interrupción de este proyecto vital para la energía y la investigación nuclear constituye un retroceso significativo en el camino hacia el desarrollo tecnológico y la autosuficiencia energética del país.

Es imperativo que el gobierno reconsidere su postura y busque alternativas que permitan reactivar este proyecto crucial para el futuro de Argentina.