Bajo la presión de las autoridades estadounidenses, el gobierno de Milei cede terreno y envía una delegación de la CONAE a la base china de Neuquén.

El anuncio de esta medida fue precedido por declaraciones del propio Milei, quien, tras las sospechas expresadas por funcionarios de EE.UU., prometió llevar a cabo una auditoría en la base.

La delegación de expertos de la CONAE visitará la base mañana, en respuesta a las preocupaciones planteadas por EE.UU. y tras reuniones entre Milei y representantes estadounidenses. El embajador de EE.UU., Marc Stanley, había expresado sorpresa por la presencia militar china en Neuquén, cuestionando la falta de conocimiento argentino sobre sus actividades.

La embajada china negó que la base sea una instalación militar y afirmó que solo hay científicos y personal de apoyo presentes. Sin embargo, la visita de la CONAE busca verificar esta afirmación, aunque no está calificada como una inspección según un acuerdo anterior entre Argentina y China.

El manejo del tratado que rige la base está actualmente en manos de la Jefatura de Gabinete, dirigida por Nicolás Posse. Este acuerdo establece pautas de confidencialidad y asegura que los objetivos de la base son pacíficos y de investigación. Además, tanto la CONAE como la provincia de Neuquén tienen acceso a una parte del tiempo de operación de la Estación.

La decisión de enviar una delegación a la base de Neuquén muestra la influencia de las preocupaciones internacionales en la política argentina, aunque queda por ver si la auditoría arrojará luz sobre las actividades en la base. La disputa entre EE.UU. y China por el control del espacio exterior sigue siendo un tema de interés global.