Protocolo de Intervención ante la Violencia Laboral en Neuquén: Victoria Judicial para La Revuelta y Desafío para el Ejecutivo

La reciente resolución de la Jueza en lo Contencioso Administrativo, Ma. Cecilia Gómez, marcó un hito al rechazar el planteo del ejecutivo provincial que buscaba desestimar la demanda presentada por la Colectiva Feminista La Revuelta contra el "Protocolo para la Prevención, Intervención y Protección en Situaciones de Violencia Laboral en el ámbito del Poder Ejecutivo de la Provincia del Neuquén", incorporado como Anexo I al Decreto N° 2190/2022.

El ejecutivo provincial intentó obstruir el curso judicial de la demanda argumentando que el Protocolo no podía ser impugnado y que cualquier orden judicial que obligara al ejecutivo a ajustar el decreto a la normativa vigente constituiría una intromisión en la división de poderes.

Sin embargo, la jueza refutó estos argumentos, resaltando que La Revuelta defiende un interés legítimo de todas las personas afectadas por el reglamento, particularmente aquellas que pueden sufrir violencia laboral de género en el ámbito público provincial.

Asimismo, subrayó que los reglamentos como el Protocolo deben ser dictados en concordancia con la ley que reglamentan o el marco legal vigente, y que es responsabilidad del poder judicial garantizar su legalidad.

Estos fundamentos llevaron a la jueza a rechazar la inadmisibilidad planteada por la Provincia del Neuquén. Ahora, La Revuelta y el Espacio Socorro Violeta se preparan para la fase probatoria, con el objetivo de obtener una sentencia que ordene la modificación del Protocolo de acuerdo con las leyes vigentes, en aras de proteger los derechos de quienes denuncian situaciones de violencia laboral.

Esta decisión judicial no solo representa un avance en la lucha contra la violencia laboral de género en Neuquén, sino que también plantea un desafío para el ejecutivo provincial en términos de adecuar sus políticas a las normativas legales vigentes, priorizando la protección de los derechos de sus trabajadores.

Fuente: La Revuelta