Nicaragua no firma Declaración Final de la III Cumbre Celac-Unión Europea en Bruselas

La Cancillería nicaragüense anunció hoy que el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua decidió no firmar la Declaración Final de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El canciller nicaragüense, Denis Moncada, emitió un comunicado en el que se critica a la Unión Europea por romper los procedimientos y mecanismos establecidos por los organismos democráticos, además de pasar por encima de las reglas que rigen el funcionamiento de cada entidad.

El desacuerdo entre las partes se centra en la mención de la "profunda preocupación" por el conflicto en curso en Ucrania. Mientras que la declaración fue firmada por todos los países, se especifica que Nicaragua hizo una "única excepción" al no estar de acuerdo con uno de los apartados. Este conflicto en Ucrania ha generado discrepancias entre las autoridades europeas y algunos líderes latinoamericanos presentes en la cumbre.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la posición de la Unión Europea en relación con el conflicto ucraniano, argumentando que los recursos que se destinan a fines bélicos deberían ser utilizados para impulsar la economía y los programas sociales. Además, destacó que las sanciones y los bloqueos impuestos por la UE a Rusia sin respaldo del derecho internacional solo perjudican a las poblaciones más vulnerables.

Por su parte, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, quien ostenta la presidencia de la Celac, señaló la necesidad de que Europa se deshaga de la hipocresía y aplique los principios de las Naciones Unidas de manera clara y objetiva. Gonsalves hizo hincapié en que aquellos países que apelan a los principios de la ONU en el caso de Ucrania son los mismos que históricamente han recurrido a la fuerza contra naciones más pequeñas y pobres.

La falta de consenso en torno a la situación en Ucrania refleja las tensiones y diferencias de opinión presentes en la cumbre entre la Celac y la UE. Aunque se busca promover el diálogo y la cooperación entre ambas regiones, es evidente que existen desafíos y perspectivas divergentes. Nicaragua, al no firmar la declaración final, envía un mensaje contundente de desacuerdo con uno de los aspectos clave del documento y reafirma su compromiso con la soberanía y la paz. La situación plantea interrogantes sobre las dinámicas políticas y las relaciones entre los actores internacionales en un escenario global cada vez más complejo.