El gobierno de Javier Milei ha tomado una decisión que ha generado controversia en diversos sectores: la suspensión de la construcción de dos reactores nucleares, incluyendo el proyecto emblemático del reactor CAREM 25.

Esta determinación ha sido cuestionada por exfuncionarios, científicos y especialistas del sector energético, quienes señalan el impacto negativo que tendrá en el desarrollo tecnológico de Argentina.

El CAREM 25, diseñado para colocar a Argentina en el mercado mundial de tecnología nuclear, ha sido detenido, dejando a 100 trabajadores cesantes y poniendo en pausa un proyecto que prometía no solo abastecer de energía eléctrica a zonas alejadas, sino también tener un potencial exportador significativo. Además, la suspensión de las obras del Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10, con impacto en áreas como salud, ciencia, tecnología e industria, agrava la situación.

Expertos como Daniel Filmus, ex ministro de Ciencia y Tecnología, advierten sobre las graves implicaciones de esta decisión, considerando el impacto en el avance tecnológico soberano y las oportunidades de exportación de conocimiento. Eduardo Gigante, especialista en energía y litio, destaca el potencial del CAREM y el RA-10 para situar a Argentina a la vanguardia mundial en tecnología nuclear, subrayando que este desfinanciamiento llega en un momento crucial de transición energética.

La falta de continuidad en estos proyectos preocupa a la comunidad científica y tecnológica, ya que se ven afectadas áreas clave como la producción de radioisótopos medicinales y el desarrollo de productos demandados a nivel global, como el silicio dopado por transmutación neutrónica.

La decisión de detener la construcción de estos reactores no solo impacta en el presente, sino que compromete el futuro tecnológico y económico de Argentina. La doctora Andrea Gamarnik, reconocida investigadora, advierte que esta medida no es simplemente un ajuste económico, sino una acción que profundiza los problemas del país.

La suspensión de la construcción de los reactores nucleares CAREM 25 y RA-10 representa un retroceso significativo en el camino hacia el desarrollo tecnológico y la soberanía energética de Argentina, generando preocupación en diversos ámbitos y planteando interrogantes sobre si no fue un pedido de EEUU para generar mas dependencia no solo politicas si no tambien economicas del gobierno libertadio de Milei.

Fuente: SomosTelam