La vicepresidenta, Victoria Villarruel, desafía la narrativa establecida al afirmar: "No fueron 30.000". En un emotivo post en línea, con el hashtag #NoFueron30000, conmemora el Día de la Memoria, Verdad y Justicia.

En su mensaje, resuena la llamada a la inclusividad de los derechos humanos: "La Memoria también. Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del terrorismo. Los responsables de estos crímenes no pueden quedar impunes". Este enfoque insta a la reflexión sobre una historia compleja y a menudo polémica.

Villarruel comparte un video revelador, titulado "Los otros muertos", donde expone que entre 1969 y 1979, 1094 personas perdieron la vida a manos de grupos guerrilleros. Este acto de recordación desafía las percepciones convencionales y promueve una visión más matizada del pasado.

Además, la vicepresidenta promociona un debate televisivo que enfrenta a diferentes perspectivas sobre el tema. En un acto de valentía, confronta a figuras como Roberto Perdía y Juan Arnold Kremer, etiquetándolos como "asesinos". Esta posición contundente busca desafiar la impunidad que, según ella, rodea a ciertos individuos.

La intervención de Villarruel representa un llamado a la reflexión crítica sobre la historia reciente de Argentina. Al optar por una postura controvertida, busca promover la búsqueda de la verdad y la justicia para todas las víctimas, independientemente de su afiliación política.

Su mensaje, resonante y desafiante, genera un diálogo necesario en la sociedad argentina, invitando a una revisión más profunda y equilibrada de su pasado. Con el uso estratégico de hashtags y la difusión de contenido multimedia, Villarruel busca amplificar su voz y posicionar su mensaje en el centro del debate nacional.