La aprobación parcial en la Cámara de Diputados de la Ley Bases podría significar un duro golpe para la seguridad jubilatoria de las mujeres, dejándolas en una situación precaria.

Esta medida, de ser ratificada por el Senado, supondría el fin de la moratoria previsional, afectando principalmente a aquellas mujeres que, por décadas, han trabajado en la informalidad.

Con esta ley, se propone reemplazar la moratoria por una Prestación de Retiro Proporcional, la cual solo sería accesible a partir de los 65 años y con un recorte del 20% en comparación con la jubilación mínima. Esto significa menos ingresos para un sector de la población que ya enfrenta dificultades económicas.

Es crucial analizar el impacto de esta medida desde una perspectiva de género. Mientras se argumenta que busca promover la igualdad, resulta cuestionable por qué no se contempla una reducción de la edad jubilatoria para los trabajadores varones. Esta situación solo agrava la desigualdad de género en el ámbito laboral y social.

Además, la implementación de esta ley no solo afectaría a las mujeres sin ingresos registrados, sino que también aumentaría la edad jubilatoria para aquellas que no cuentan con los años de aportes necesarios. Esto representa un retroceso en los avances logrados en términos de reconocimiento del trabajo no remunerado, esencial para el funcionamiento de la sociedad.

Es fundamental considerar que la mayoría de las personas beneficiadas por la moratoria previsional han sido mujeres, según datos del Centro de Economía Política Argentina. Estas mujeres merecen más que una asistencia para población vulnerable; merecen una jubilación justa por los años de trabajo no remunerado que han realizado.

La aprobación de la Ley Bases en su forma actual representa un obstáculo para la seguridad jubilatoria de las mujeres, perpetuando la desigualdad de género y vulnerando sus derechos adquiridos con esfuerzo.

Es necesario replantear estas medidas para garantizar una protección adecuada para todos los sectores de la sociedad.