Uno de los créditos destinados a esta actividad fue gestionado por una productora de El Cholar, quien recibió $185.000 para la adquisición de una ordeñadora. Esta maquinaria permitirá mejorar la calidad de ordeñe, y las condiciones de inocuidad en relación a la práctica manual que venía realizando la productora hasta el momento. El acompañamiento técnico se viene sosteniendo desde hace 4 años, y está focalizado en el mejoramiento genético de las vacas, de raza Jersey, y el control sanitario de las mismas.

La ganadería bovina y el agregado de valor a la producción lechera son una alternativa económica atractiva para las familias, y forma parte de su acervo cultural en esta zona.

Durante una jornada de trabajo en El Cholar en los últimos días, el ministro de Producción e Industria, Facundo López Raggi, junto al intendente de El Cholar, Néstor Fuentes, estuvieron presentes en la llegada de la ordeñadora para la productora. El intendente agradeció el acompañamiento del gobierno provincial en este tema y en otros que tienen que ver con la emergencia hídrica, y destacó la importancia “de dar una mano a nuestros crianceros y productores”.

López Raggi, señaló que ”desde el equipo del ministerio se trabaja con El Cholar en una agenda permanente de temas y necesidades de la zona para ver cómo potenciar la producción primaria”.

Sobre el acompañamiento crediticio para la adquisición de esta nueva ordeñadora, manifestó que “es importante acompañar el agregado de valor local, en este caso con el ordeñe y la elaboración de productos de la zona, acortando las cadenas comerciales y priorizando la llegada directa al consumidor, para que las familias productoras puedan mejorar sus ingresos”.

La subsecretaria de Producción Amalia Sapag, también presente en la jornada de trabajo en El Cholar, explicó que la cuenca lechera se ha forjado a través de mujeres rurales, que trabajan incansablemente en el ordeñe de chivas o vacas y el trabajo que se ha hecho, además de la asistencia financiera, es completar salas de ordeñe y el proceso de elaboración de quesos, entre otras cosas”.

Contó que “en intercambios anteriores con estas mujeres dedicadas a la producción de quesos, habían manifestado el empuje de varios años y cómo  habían desarrollado la actividad sin contar con tecnología de ningún tipo y nos pareció importante acompañar en mejorar procesos y facilitar la tarea, por eso se trabajó en una línea de financiamiento acorde”.