El anfiteatro que está ubicado en la esquina de Moreno y Villegas, en pleno centro de Bariloche, dejó de ser una usina cultural para transformarse en un ring de violentas peleas, protagonizadas por jóvenes y adolescentes.

La morfología de la construcción, que da el nombre al espacio, sirve para que los amigos y conocidos de quienes ocupan el improvisado ring alienten a los suyos en las peleas en las que, al parecer, todo vale.

Mientras algunos pelean y buscan lastimarse, otros ocupan las tribunas y arengan a quienes se enfrentan, celebrando incluso aquellos golpes certeros o caídas de los contrincantes.

Otros, en cambio, hacen de cuenta que nada pasara y transitan por el lugar como si nada. Algunos también graban con sus teléfonos celulares las peleas y luego las comparten en las redes sociales.

El fin de semana de Carnaval se produjo una nueva "sesión" de lucha en el mismo espacio y, de acuerdo a lo que dicen quienes se desempeñan en la feria contigua, “es moneda corriente, algo de todos los días”.

En la grabación se puede ver a varios jóvenes protagonizando las peleas y a otros arengando desde las tribunas. Los vecinos comentaron que los enfrentamientos se trasladaron desde ese lugar hasta la esquina de Moreno y Quaglia donde, incluso, dañaron la vidriera del local Garmont.

“Las peleas empiezan de a uno o dos, pero al final es todos contra todos, el objetivo es lastimarse. Y de milagro ninguno sacó un cuchillo o un arma de fuego para lastimar a sus rivales, pero si nadie pone freno a esto, va a ocurrir en poco tiempo” se lamentaron los vecinos quienes son testigos directos de los hechos.

Una mujer que reside en un departamento de calle Villegas contó que “los jóvenes empiezan a juntarse a la misma hora, siempre cerca de las 18 y pasados unos minutos, hay como 50 chicos peleándose, todos contra todos”.

Lamentó el arribo tardío de la Policía de Río Negro, que suele tomar conocimiento de las peleas apenas empiezan a juntarse. Pero también se quejó de la falta de respuestas del municipio, que deja ese espacio abierto para que se junten -una y otra vez- y lejos de presentar un espectáculo artístico, ofrecen un espectáculo lamentable de violencia y agresiones.

Fuente: El Cordillerano