Se cree que más de 2.000 combatientes ucranianos se encuentran atrincherados en los refugios de la planta siderúrgica de Mariúpol, cercada por las fuerzas rusas.

La planta siderúrgica Azovstal de Mariúpol, donde se encuentran atrincherados militares ucranianos, incluidos miembros del regimiento nacionalista Azov, y mercenarios extranjeros, cuenta con un extenso sistema subterráneo de comunicaciones que puede utilizarse para el desplazamiento y el almacenamiento de municiones, así como con refugios antibombas que pueden albergar a miles de personas, según los expertos.

"En cuanto a los sistemas subterráneos, hay sistemas de galerías de las antiguas salas de calderas, ubicadas a al menos 6 metros de profundidad. Asimismo, hay galerías de suministro construidas en la década de 1960 escondidas debajo. Lo más probable es que se trate de una cota inferior de unos 5 metros. Hay además antiguos clarificadores con una estructura colectora que los rodea", describió Pável Chernoúsov, experto siderúrgico y profesor asociado de la Universidad Nacional de Investigación Tecnológica de Moscú (MISiS).

Refugio para 4.000 personas 

El experto, que ha visitado todas las plantas metalúrgicas de la antigua URSS y ha trabajado en varias de ellas, mencionó también que los cimientos de Azovstal fueron construidos en los años 1930 junto con un sistema de refugios antibombas, conforme a las normas de defensa civil de la época, que incluían espacios de alojamiento para los empleados para que pudieran mantener la fábrica en funcionamiento en tiempos de guerra sin abandonar las instalaciones.

"Creo que los refugios antibombas pueden albergar a unas 3.000-4.000 personas con suficiente comodidad en condiciones de guerra, según los estándares de la década de 1930", afirmó en declaraciones a RT en ruso.

Además, Chernoúsov señaló que por debajo de la planta se hallan colectores para el drenaje de las aguas pluviales, túneles de cables eléctricos y del sistema de tratamiento de gases, estaciones de bombeo y subestaciones eléctricas que se comunican entre sí. Estos espacios también se podrían utilizar para el alojamiento, almacenamiento y desplazamiento.

Azovstal en 1979Alexander Grashchenkov / Sputnik

"Como las alcantarillas de las ciudades antiguas"

El modelo en el que se inspiraron las fábricas siderúrgicas preguerra de la URSS fue el proyecto de la ciudad estadounidense de Gary, al que los diseñadores soviéticos agregaron un sistema de drenaje y un sistema de evacuación de gases con alta concentración de polvo fino.

La planta Azovstal fue dinamitada por las fuerzas nazis en septiembre de 1943, pero tras la guerra fue reconstruida y renovada en pocos años.

Irina Butorina, doctora en ciencias y profesora de la Universidad Politécnica de San Petersburgo, especialista en problemas ecológicas de la siderurgia, confirmó la existencia de una red de refugios y túneles bajo Azovstal, un lugar que visitó en numerosas ocasiones cuando vivía y trabajaba en Mariúpol.

"En todas las acerías, las comunicaciones siempre han sido subterráneas. Hay enormes conductos para evacuar grandes volúmenes de gases de combustión. Se trata de túneles hechos de ladrillos refractarios, como las alcantarillas de las ciudades antiguas", explicó.

Salidas nocturnas para hacer emboscadas

La experta detallo que los conductos de materias primas a los altos hornos están empotrados por debajo del nivel cero. "Yo mismo he llevado a estudiantes allí más de una vez. Así que es posible esconderse ahí durante mucho tiempo", aseguró.

El barrio residencial construido alrededor de Azovstal en la década de 1960 y 1970 ahora está destruido, pero los militares ucranianos salen de noche de sus refugios para hacer emboscadas en la zona. "El barrio es limpiado de día, pero luego todo repite", relató.

El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, reporto al presidente Vladímir Putin el pasado 21 de abril que la ciudad de Mariúpol pasó a estar bajo control del Ejército ruso y que los restos de las formaciones de nacionalistas se refugiaron en la zona industrial de la planta Azovstal, evaluando su cantidad en más de 2.000 combatientes.

Desde el 21 de marzo, se abren diariamente corredores humanitarios para permitir la evacuación de los civiles y ciudadanos extranjeros que se puedan encontrar en el lugar, al tiempo que se ofrece a los militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania y a los militantes de los batallones nacionalistas deponer las armas, garantizándoles la vida, la seguridad y la atención médica.