Bajo la dirección del fiscal jefe Gastón Liotard y la asesoría legal de Lucas Rodeiro, un individuo identificado como D.O.M fue considerado culpable de abusar sexualmente de una niña que era parte de su círculo familiar.

Durante la argumentación final, la fiscalía solicitó que se le imputara al acusado la responsabilidad por los delitos de abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal, con agravantes debido a la minoría de edad de la víctima (menor de 18 años) y al abuso de su posición de convivencia. Estos delitos se clasifican como autoría y concurso real, según los artículos 119, primer, tercer y cuarto párrafo, inciso b y f, último párrafo, 45 y 55 del Código Penal.

La defensoría de Niñez y Adolescencia, actuando como representante de la víctima en casos como este, respaldó la petición de la fiscalía.

Después de un breve receso, el tribunal colegiado acogió unánimemente la solicitud del Ministerio Público Fiscal y determinó la culpabilidad penal del acusado.

El proceso judicial se inició el 6 de septiembre y se extendió a lo largo de tres jornadas.

La teoría presentada por el Ministerio Público Fiscal durante el juicio establece que los abusos ocurrieron en varias ocasiones durante el año 2020, en una residencia situada en la localidad de Plaza Huincul. El imputado se aprovechaba de los momentos en que quedaba a solas con la niña para llevar a cabo estos abusos.

Ahora, corresponderá a la Oficina Judicial programar una audiencia para determinar la sentencia que deberá cumplir el condenado.