En Francia, las protestas por la muerte de un adolescente de 17 años a manos de un policía han generado escenas de violencia y destrucción.

Durante la noche del jueves al viernes, los manifestantes incendiaron cerca de 500 edificios públicos y privados, según informes de las autoridades citados por RTL. Entre los edificios atacados se encontraban 34 ayuntamientos, 28 escuelas y otros 57 inmuebles. Además, se registraron ataques a 79 establecimientos policiales. También se reportaron numerosos saqueos, aunque no se disponen de cifras exactas.

Para combatir los incendios, se desplegaron un total de 9.900 bomberos en las últimas 24 horas. Durante la noche, se contabilizaron más de 3.800 incendios en espacios públicos y otros 1.900 contra vehículos. Entre los vehículos afectados se encontraban 565 automóviles, 21 autobuses, 36 camiones y cinco máquinas de construcción.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, informó que durante esta tercera noche de disturbios se detuvo a 667 personas involucradas en los enfrentamientos.

Previo a estos eventos, Darmanin anunció la movilización de 40.000 agentes para hacer frente a los choques, que se iniciaron pocas horas después de la muerte del adolescente en manos de un agente de policía. Según la versión policial, dos agentes se acercaron al vehículo que había cometido varias infracciones para detenerlo, pero al no detenerse, uno de ellos hizo uso de su arma de fuego. Sin embargo, un video del incidente publicado en redes sociales muestra una escena diferente.

El policía sospechoso ha sido detenido y está siendo investigado por homicidio voluntario cometido por un funcionario público.