¿Dónde están Darío Martínez y Oscar Parrilli? Si alguien sabe, por favor, avise

¿Será por prudencia? ¿Instinto de supervivencia? ¿Lo harán por la Patria o por simple cagazo? El hecho es que desde que se armó alto despelote en la Casa Rosada, los popes y referentes del espacio PJ-K neuquino se borraron como por arte de magia y se hacen les boludes.

El senador Oscar Parrilli, de extrema confianza de CFK; el secretario de Energía Darío Martínez, cobijado bajo el ala protectora del presidente Alberto Fernández; Lorena Parrilli, diputada provincial e hija de Oscar no dicen nade de nade.

La crisis en el Frente de Todos es grave y debería resolverse ya mismo, sin dilaciones ni mezquindades por el bien de una amplísimo sector de la sociedad que asiste con terror al reverdecer de la derecha saqueadora; esa que les vació los bolsillos y que quiere volver para depredar lo poco que queda.

Pero en lugar de ensayar cualquier llamado al entendimiento y la razón, en lugar de hacer llamados a la calma para asegurar la gobernabilidad frente a legisladores desbocados, les peronistas neuquinos miran de lejos.

Lo mismo hace la ahora candidata a diputada nacional y secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Centenario, Tanya Bertoldi. Es en momentos de angustia cuando la sociedad más espera de sus dirigentes; en especial aquellos que los votaron y en este casos son muchos.