Las fuerzas ucranianas llevaron a cabo una serie de ataques devastadores contra la central hidroeléctrica de Kajovka en la provincia rusa de Jersón, lo que resultó en la destrucción de las válvulas de la represa y la inundación de la localidad de Nóvaya Kajovka.

El alcalde de la ciudad, Vladímir Leóntiev, calificó este acto de agresión como un "grave acto de terrorismo", mientras que las autoridades locales advierten que la situación podría empeorar si los ataques continúan.

Aunque la represa en sí no ha sido destruida, los bombardeos han causado estragos en la instalación, lo que ha llevado a un incremento del nivel del agua del río de hasta diez metros. El alcalde Leóntiev expresó su preocupación por la continuidad de los ataques, ya que podrían agravar aún más la situación actual. Según Andréi Alekseenko, jefe del gobierno de Jérson, 14 comunidades cercanas al río Dniéper, donde residen más de 20.000 personas, corren el riesgo de sufrir inundaciones.

La destrucción de las válvulas de la central hidroeléctrica de Kajovka ha causado un "gigantesco" daño al medioambiente de la región, según denunció el alcalde de Nóvaya Kajovka. El funcionario destacó que el daño ambiental es considerable tanto río arriba como río abajo. La senadora rusa Olga Kovitidi, representante del órgano Ejecutivo de la república de Crimea, también advirtió sobre el daño "colosal" que la destrucción de la presa causará al ecosistema, a la economía y a la sociedad de la región.

Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el objetivo de estos ataques es privar de agua a Crimea. Se ha observado una disminución drástica del nivel de agua en el depósito, lo que afecta el suministro al canal. Peskov sugirió que estos ataques podrían ser una distracción debido al fracaso de una ofensiva a gran escala por parte de las fuerzas armadas ucranianas. Mientras tanto, el alcalde de Nóvaya Kajovka informó que la ciudad se encuentra inundada y que la situación está empeorando, aunque se espera que el agua vuelva a niveles normales en las próximas 72 horas según los pronósticos.

Los ataques ucranianos contra Kajovka, Nóvaya Kajovka y otras localidades de Jersón han sido intensos, con el lanzamiento de 37 proyectiles de obuses y 2 misiles del sistema Alder MLRS, según los informes del servicio de emergencias.

En otro aspecto relacionado con este ataque, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, alertó sobre el bajo nivel de agua en el tanque de enfriamiento de la central nuclear de Zaporiyia. Grossi describió la disminución alarmante del nivel de agua como preocupante, ya que el agua del tanque es crucial para el enfriamiento de la planta.

La presa hidráulica de Kajovka, ubicada en el curso superior del río Dniéper, es la última de los seis embalses a lo largo del río que atraviesa Ucrania de norte a sur. Se encuentra a cinco kilómetros de la ciudad de Nóvaya Kajovka, en la región de Jersón. Los militares rusos tomaron el control de la central al inicio de la operación militar especial, y desde entonces ha sido objeto de bombardeos regulares por parte de las fuerzas armadas ucranianas.