En el sector sur de Donetsk, en la República Popular de Donetsk (RPD) y la región de Zaporozhie, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que Ucrania ha sufrido fuertes pérdidas en su contraofensiva.

Según las autoridades rusas, más de 1.500 efectivos y 28 tanques fueron derribados por las unidades de la agrupación Vostok, frustrando los objetivos militares de Kiev.

El Ejército ucraniano intentó reorganizarse, formando unidades separadas de las brigadas mecanizadas 23 y 31 para continuar sus ataques en los asentamientos de Novovorovka y Levadnoye. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las operaciones activas de las tropas rusas lograron detener al enemigo y evitar que se cumplieran las tareas asignadas, según explicó el Ministerio de Defensa de Rusia.

Estos enfrentamientos se suman a otro intento fallido de ofensiva a gran escala por parte de Ucrania en la misma zona, en dirección a Yuzhnodonetsk, donde la milicia perdió a 250 elementos, 16 tanques, tres vehículos de combate de infantería y 21 vehículos blindados.

Estos incidentes tienen lugar en un contexto en el que Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea (UE) prometen el envío de aviones F-16 a Kiev, algo que el Kremlin considera como un escalada de las tensiones en Europa del Este. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, incluso ha advertido sobre la posibilidad de ataques con armas nucleares como resultado de esta medida.

Además, a pesar de los problemas de escasez en los arsenales europeos, la ayuda militar y financiera al Gobierno de Zelenski no ha cesado desde el inicio del conflicto en marzo de 2022. Incluso Estados Unidos no descarta suministrar misiles de largo alcance.

En resumen, la situación en el frente de batalla en Ucrania continúa siendo tensa, con enfrentamientos violentos y fuertes bajas. Las acciones militares y el apoyo internacional a ambas partes del conflicto plantean preocupaciones sobre una escalada aún mayor en la región.

Fuente: Sputnik