Comienzan las demostraciones de fuerza! La Flota del Pacífico de Rusia ha dado inicio a unos intensos ejercicios navales en las aguas del mar del Japón y el mar de Ojotsk.

Más de 11.000 militares, un impresionante despliegue, se han sumado a estas maniobras que forman parte del plan de adiestramiento para este año, según ha informado el Ministerio de Defensa.

Con una duración programada del 5 al 20 de junio, este impresionante ejercicio cuenta con más de 60 buques de guerra y logísticos, alrededor de 35 aeronaves y personal de las fuerzas costeras. Durante estas intensas maniobras, los grupos tácticos de buques y la aviación naval tienen como misión principal la búsqueda de submarinos enemigos. Además, se realizarán ejercicios de combate contra objetivos en la superficie y en el aire, empleando misiles y artillería. También se llevarán a cabo maniobras de defensa antiaérea y se organizará el apoyo logístico en pleno mar.

El Ministerio de Defensa ha declarado: "En este momento, las fuerzas de la flota se encuentran desplegadas en sus respectivas áreas designadas y han comenzado su entrenamiento en consonancia con los planes de los ejercicios". Estas palabras evidencian la seriedad y determinación con la que se están llevando a cabo estas maniobras.

Estos ejercicios navales representan un paso más en la consolidación de la presencia militar rusa en la región del Pacífico. Con su participación masiva y el despliegue de una amplia gama de capacidades militares, Rusia busca enviar un claro mensaje de disuasión y demostrar su preparación para hacer frente a cualquier amenaza.

El mundo está observando de cerca estos ejercicios navales, que generan tanto interés como preocupación en la comunidad internacional. La tensión en la región del Pacífico ha aumentado en los últimos años, y la participación activa de Rusia en estas maniobras solo contribuye a avivar el debate sobre el equilibrio de poder en la región. El futuro desarrollo de estos ejercicios y sus implicaciones en la geopolítica regional son cuestiones que no deben pasarse por alto.

Por Gustavo Garcia