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27 de mayo de 2023

Tráfico de niños en Chile: una sombra oculta en la historia

Aproximadamente veinte mil niños fueron separados de sus madres para ser adoptados en el extranjero.

El robo de niños es un tema delicado que ha pasado desapercibido en Chile durante mucho tiempo.

 

Aunque se ha estudiado extensamente, sigue siendo poco conocido por el público en general. Si bien es sabido que en Argentina se llevaron a cabo atrocidades similares durante la dictadura, donde las Madres de la Plaza de Mayo se movilizaron en busca de sus hijos desaparecidos, en Chile la situación fue diferente y mucho menos conocida.

En Argentina, los niños eran arrebatados a las prisioneras políticas, pero en Chile la situación era distinta. Las mujeres embarazadas detenidas eran asesinadas antes de dar a luz, lo que también implicaba la muerte de sus hijos. Paradójicamente, quienes ahora se oponen al aborto eran cómplices de estos crímenes al defender a la dictadura. Además, las condenas por estos casos han sido escasas y tardías, y nunca se ha procesado ni condenado a civiles involucrados.

Sin embargo, en el caso de los niños chilenos robados para ser dados en adopción internacional, la situación fue aún más desgarradora. Aproximadamente veinte mil niños fueron separados de sus madres para ser adoptados en el extranjero.

El modus operandi era distinto. Las mujeres embarazadas, en su mayoría campesinas o de escasos recursos, eran engañadas y trasladadas a hospitales en avionetas. Les decían que se trataba de un parto de alto riesgo y que debían ser trasladadas a Santiago. Una vez allí, eran sometidas a una cesárea bajo anestesia. Al despertar, les informaban que su bebé había nacido muerto. No se les permitía ver el cuerpo ni se les entregaba un certificado de defunción. Con comentarios insensibles como "ya podrás tener otros hijos", se convencía a estas madres de que aceptaran su trágica pérdida.

Mientras tanto, los bebés eran alimentados y cuidados, vestidos con ropa de buena calidad y enviados principalmente a países desarrollados, como Suecia, Estados Unidos y Francia, para su adopción.

Demandar

El negocio de las adopciones ilegales en Chile contaba con la complicidad de instituciones como hospitales públicos, hogares infantiles y guarderías. Era un negocio lucrativo en el que se pagaban grandes sumas de dinero, entre 6.500 y 150.000 dólares por un bebé, y una parte de esos fondos llegaba a manos de funcionarios chilenos y europeos involucrados en la operación.

Estas adopciones internacionales formaban parte de una estrategia del régimen militar para reducir la pobreza infantil en Chile, enviando a los niños más necesitados fuera del país. 

Fuente: Margarita Labarca Goddard



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