El gobierno de Juntos por el Cambio adquirió cinco Super Eténdard que ya estaban en desuso en 2018, por un valor de 12,5 millones de euros, con la excusa de poseer un sistema de defensa para la cumbre del G20.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa francés oficializó que los aviones no sirven y que no se pueden conseguir los repuestos para los asientos eyectables debido a las restricciones del Reino Unido respecto de exportaciones a la Argentina.

La respuesta de Francia al pedido de Argentina no sólo reconfirma que Juntos por el Cambio compró aviones que nunca hubiera podido volar y no lo harán jamás, sino que además echa por tierra las excusas que vienen poniendo dirigentes del macrismo en medios de comunicación que incluso culpan al gobierno actual.

La operación fue firmada por el entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro Oscar Aguad, en tanto que los fondos los dispuso el entonces titular de Economía, Nicolás Dujovne.

La investigación interna y auditoría del Ministerio de Defensa concluyó en marzo de 2022 que los Super Etendard eran aparatos en desuso que ya previamente a la compra de Macri se sabía que no iban a poder volar. Los aviones llegaron en mayo de 2019, mucho después del G20 para el que los compraron (supuestamente), y ya en ese momento había informes de la Armada señalando que los repuestos eran muy difíciles o imposibles de conseguir.

Además, en 2016, cuando ya gobernaba Macri y antes de que se le ocurriera comprar los aviones, los franceses advirtieron que las unidades en cuestión no podrían ponerse en uso y que no tenían personal para ocuparse de esos aparatos. Las tres posibles figuras penales para Macri, Peña y Bullrich, entre otros, son: malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con la función pública y defraudación al Estado.

Antes de concretarse la compra de los cinco aviones Super Etendard por parte del gobierno de Juntos por el Cambio en 2018, hubo un polémico intercambio de mensajes de WhatsApp que evidenciaban el apriete que existía para que la operación se hiciera.

Sin capacidad de volar, con escasa posibilidad de que se compraran los repuestos necesarios (ahora se confirma que la chance es inexistente), sin personal capacitado por parte del país proveedor y, por si fuera poco, entregados después de que se haga el evento para el que se debían destinar, surge la pregunta de por qué Macri, Bullrich y compañía compraron los aviones.

La respuesta es incierta, pero se sospecha que podría haber sido una maniobra para desviar fondos públicos hacia el sector militar y favorecer a empresas amigas del gobierno. Actualmente, la información avanza lentamente, pero se están investigando posibles denuncias penales a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, entre otros, por la compra de los aviones.

Fuente: Politica Argentina