El resultado electoral marcó un hito histórico al derrotar al Movimiento Popular Neuquino (MPN AZUL)  por primera vez en su historia.

Examinaremos las causas y circunstancias que llevaron a esta derrota y reflexionaremos sobre las implicaciones para el MPN y el futuro político de la provincia.

El domingo 16 de abril de 2023 quedará grabado en la memoria de Neuquén como el día en que el MPN perdió el control del gobierno provincial. Esta derrota, lejos de ser sorpresiva, fue el resultado de una serie de señales y advertencias que venían manifestándose desde hace varios años. En este artículo, abordaremos la necesidad de una profunda autocrítica por parte de las autoridades y dirigentes del MPN, así como la importancia de escuchar las voces disidentes dentro del partido.

La voz del MAPO: El Movimiento de Acción Política (MAPO), corriente interna del MPN, ha sido una de las voces más críticas y persistentes en alertar sobre los problemas y desafíos que enfrentaba el partido. Desde el 2016, el MAPO ha advertido sobre el alejamiento de afiliados, la necesidad de reformas en la Carta Orgánica y la importancia de la unidad interna. Sin embargo, estas advertencias fueron ignoradas y desacreditadas por las autoridades del MPN, lo que generó un distanciamiento aún mayor entre el partido y la comunidad.

La pérdida de identidad y la corrupción: Uno de los principales problemas que afectaron al MPN fue la pérdida de identidad neuquina y el alejamiento de las necesidades de la población. Se evidenciaron casos de corrupción y abusos, así como un enfoque equivocado en las políticas públicas. Además, el partido priorizó intereses personales y de liderazgo sobre las necesidades del pueblo. Estos factores contribuyeron al deterioro de la imagen y la opinión pública del MPN.

La falta de diálogo y participación interna: El monopolio del poder en el MPN por parte de una sola línea interna ha restringido la participación y el diálogo dentro del partido. Esto ha traicionado los principios y valores fundacionales que el MAPO intentó recuperar. La falta de apertura y la imposibilidad de expresar disidencias condujeron al cierre del partido, lo que resultó en un fracaso electoral.

El liderazgo de Rolando Figueroa y el futuro político: La victoria de Rolando Figueroa y la coalición de espacios políticos que respaldaron su candidatura demuestran la necesidad de una acción política centrada en las necesidades de la provincia. Se está gestando una nueva historia política en Neuquén, y es fundamental reconstruir el prestigio y la dignidad del partido, manteniendo los principios fundamentales y la capacidad transformadora que alguna vez lo caracterizó.